lunes, 17 de noviembre de 2008

CONCLUCION

En conclusión debemos dejar en claro cuando realizamos un esfuerzo de formación y capacitación para el uso de nuevas tecnologías que:
Las computadoras por sí mismas no tienen un valor pedagógico; se debe pensar su uso en ese sentido y organizar la información que contiene en forma pedagógica. Esto quiere decir que distingamos una lógica propia de la información, el conocimiento como producto de expertos, de una lógica propia del aprendizaje, de quién se aproxima a un saber con ánimos de hacerlo propio.
Para utilizar las nuevas tecnologías en educación es preciso integrarlas en la acción didáctica, Es decir, es preciso que formen parte del sentido del proyecto de formación. Este hecho que se denomina integración al currículo, se manifiesta como indispensable al pensar en incorporar la computadora en la escuela.
Es necesario encontrar metodologías didácticas que optimicen el uso de este nuevo recurso, encaminando los esfuerzos de formación y capacitación a la participación, la autonomía y la colaboración lo cual garantizará la calidad en el uso de estas tecnologías. El diseño de la formación y capacitación para el uso de tecnología deberá plantearse en el contexto de una comunidad de aprendizaje que centre sus actividades, en el manejo de procesos colaborativos en la resolución de problemas apoyándose en la experiencia y el conocimiento al mismo tiempo compartido y distribuido entre los participantes. Con la finalidad de que dicho modelo de formación se generalice al aula donde profesor y alumnos intercambien experiencias, conocimientos y habilidades para aprender mediante su implicación y participación en actividades auténticas y culturalmente relevantes, gracias a la colaboración que establecen entre sí, a la construcción del conocimiento colectivo que llevan a cabo y a los diversos tipos de ayudas que se prestan mutuamente

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